lunes, 31 de diciembre de 2012

The Magic of Belle Isle - The Magic of Belle Isle




Rob Reiner nos vuelve a deleitar con una buena película. Para esta ocasión acude nuevamente a los buenos oficios de Morgan Freeman, quien ya había actuado en otra película suya en 2007, The Bucket List, junto a Jack Nicholson. El tema que de alguna manera se repite en Reiner es el de la vejez y el sentido de la vida. Con una mezcla de humor y seriedad Reiner nos muestra como cuando aparentemente la vida tiene poco sentido, pueden aparecer personas o acontecimientos que hacen que el panorama inicial cambie y reaparezcan motivos insospechados para vivir.
Monte Wildhorn es un parapléjico y reconocido escritor de novelas del oeste que ha decidido pasar el verano en una casa que un amigo músico le ha prestado a un sobrino suyo, con la única condición de que cuide de su perro. Con los años y a raíz de la muerte de su esposa la convivencia con Monte se ha hecho cada vez más difícil, llegando incluso a ser insoportable, y por eso su familia quiere descansar de él, aunque sea por unos días. En la casa vecina vive Charlotte O’neil, madre separada de tres hijas pequeñas. Esta mujer y sus hijas le cambiarán la vida a Monte, y a su vez Monte les cambiará la vida.
Estamos ante una película con un alto contenido educativo. Monte es un perfecto pedagogo que tiene muchas cosas para enseñar pero pocos receptores de tanta experiencia. Una de las mayores decepciones que se presentan en los adultos mayores es pensar que el conocimiento que dan los años y la vida no vale, no interesa a los demás; idea que muchas veces es errada porque sí hay personas que los valoran. Es a partir del contacto con las personas o los animales como Monte empieza a incidir en sus vidas: el adiestramiento del perro, las clases de escritura con Finnegan (una de las hijas de Charlotte), sacar del letargo en que se encuentra a Carl, entre otros, hacen que Monte empiece a incidir de un modo positivo en la vida de los habitantes de esta localidad y, por lo tanto, que su vida tenga un nuevo sentido.
En Monte hay una evolución. Vamos de menos a más. Del viejo ogro y bebedor del comienzo al viejo querido y afable del final. Este es el mensaje para esos adultos mayores que quizás no le han encontrado un sentido a ese momento de la vida y que por el contrario se encierran en sí mismos y no se abren a los demás, a esa experiencia del contacto con el otro; a pesar de las posibles diferencias de edades y de caracteres. En esos cruces de experiencias los resultados son insospechados porque quien menos pensamos es el que más gana.
Reiner no defrauda. Freeman no defrauda. Y si bien no es una gran producción cinematográfica, sí es una historia amena, entretenida y con contenido que no decepcionará a quien la vea.         


Billy Elliot - Billy Elliot




La lucha por un ideal. Si se hiciera el ejercicio de resumir en una frase el mensaje de esta película, esta sería, para mí, la forma más adecuada.
Muy probablemente todas las personas adultas hemos pasado por la elección de la actividad que vamos a desarrollar a partir de un momento dado en nuestra vida: la elección de la Carrera o la elección de un nuevo trabajo. Pero lo que para algunos puede ser una simple decisión, para otros puede ser un poco más complejo. Recuerdo en este sentido la conversación que tuvo un hijo con su papá en torno a la Carrera que deseaba estudiar: filosofía. Obviamente las preguntas del papá no eran sencillas: y ¿de qué vas a vivir?... De vender los libros que escriba, respondió el hijo… Pues empieza rápido a escribir porque de lo contrario no te va a dar para vivir, sentenció el papá.
Es por situaciones como la anterior que no todas las decisiones sobre el futuro laboral de una persona son sencillas. Cuántas personas quizás por el miedo a confrontar a sus papás o por el qué dirán no han seguido la actividad que les apasiona, para la que quizás tienen una habilidad innata. Pues esto es lo que pasa en Billy Eliot. Billy, por esas casualidades de la vida, ha encontrado una pasión, una labor para la que tiene una destreza natural: el ballet. El problema: su familia. Hijo de un padre machista que ha enviudado y con un hermano mucho mayor que él, el tema no será fácil; más si tenemos en cuenta que tanto papá y hermano están desempleados. Pero los proyectos, como decía alguien, no salen por falta de plata sino por falta de ganas y aquí no faltan las ganas, no solamente en Billy sino en su profesora y en su amigo Michael, que buscarán superar muchas de las dificultades que puedan llegar a presentarse en el camino; que indudablemente no serán pocas.
La elección del protagonista no fue sencilla, teniendo en cuenta que se requería para este papel un niño que además de actuar supiera bailar. El seleccionado fue Jamie Bell, que desde los seis años de edad comenzó clases de danza y pertenece a una familia de bailarines. Con estos antecedentes se ganó el papel en medio de una competencia de 2000 candidatos. Así inició su vida como actor en el que, quizás hasta el momento, ha sido el mejor papel de su carrera. Su soltura para actuar y para bailar le concedieron en 2000 el premio BRAFTA a mejor actor. Resultan memorables las distintas escenas en las que muestra todo su potencial como bailarín.
Estamos entonces ante una película que no defrauda y que dejará un buen sabor después de ser vista.  


sábado, 29 de diciembre de 2012

El club de los emperadores – Emperor’s club





El club de los emperadores es una película sobre educación, pero con un enfoque  un poco distinto que la hace interesante y bien lograda. Si bien cuenta con el cliché propio de las películas de este género, el buen profesor que logra cautivar la atención de los alumnos y genera en ellos una pasión por la ciencia que enseña, El club de los emperadores logra ir más allá  involucrando a los alumnos de un modo distinto en el guión: planteando un dilema ético en torno a la honestidad.

El concurso más importante de St. Benedict, que se celebra cada año con gran pompa y majestuosidad, es sobre los emperadores romanos –de ahí el nombre de la película-. En esta ocasión uno de los tres finalistas es el joven Bell, el cual ha llegado a la contienda con un poco de ayuda por parte del profesor, el Sr. Hundert, dado el esfuerzo demostrado por su parte para participar en el concurso. Este esfuerzo y la ayuda del profesor lo llevan a la ronda final del concurso, pero es acá cuando comienzan los problemas: el Sr. Hundert descubre que el joven Bell hace trampa. Sin el apoyo de las directivas del Colegio –teniendo en cuenta que su papá es senador y gran benefactor de la institución- el Sr. Hundert decide cambiar la pregunta final, sabiendo que el Sr. Bell no tiene la respuesta, motivo por el cual pierde el concurso. El Sr. Hundert decide entonces no ponerlo en evidencia y una vez finalizado el concurso el joven Bell le reconoce al profesor, en privado, que ha hecho trampa. El Sr. Hundert ha actuado con un gran sentido pedagógico, esperando que la lección haya sido aprendida por parte del Sr. Bell.

La película nos lleva 25 años después. Los adolescentes del pasado, hoy son todos unos grandes profesionales. Bell quiere una “revancha” del concurso perdido en el pasado. En una gran mansión se reúnen todos los compañeros de la promoción, además de contar con la presencia del Sr. Hundert como moderador y juez del concurso.

Uno de los fines de la educación es, además de transmitir el conocimiento propio del área que se enseña, formar la persona que se educa. Y en esa formación de la persona que se educa poder ayudar a crecer a las personas en las virtudes propias del ser humano, de acuerdo con el carácter o la personalidad de cada uno. Puede que el Sr. Hundert sea un gran pedagogo de la civilización occidental y greco-romana, pero sabe que su labor va más allá de la trasmisión de este conocimiento, su labor es también formar en virtudes a sus alumnos. En un ambiente donde es fácil caer en una postura maquiavélica en la que el fin justifica los medios; el reconocer los errores, la integridad, los reconocimientos, las enseñanzas y el sentido de la labor pedagógica terminan cobrando sentido. Vale la pena no descansar en la lucha por formar con integridad a las personas.  

lunes, 20 de agosto de 2012

El club de la buena estrella - The Joy Luck Club


He de admitir, antes de entrar a fondo en el comentario de esta película, que siempre se me ha dificultado mucho el ver películas del lejano oriente, pero afortunadamente hay excepciones como ésta que permiten que poco a poco me reivindique con esta cultura.


Llegué a esta película gracias a un libro titulado: “La vida humana a través del cine”. Lo menciono porque esta es una de esas películas que permiten conocer a fondo la vida humana. Lo que en apariencia resulta ser una simple comida en un ambiente de familia o, por lo menos, de personas conocidas, termina llevándonos a la intimidad de cuatro mujeres y sus respectivas hijas. El ambiente alegre, festivo, que se vive en dicha reunión, esconde el dolor y el sufrimiento presente en la vida de todas y cada una de sus ocho protagonistas. Es por eso que a lo largo de la película  surge en el espectador la pregunta: ¿qué historia hay detrás de la vida de cada persona?   


Uno de los grandes logros que posee el filme está, a mi modo de ver, en la descripción que hace de algunos fenómenos culturales presentes tanto en el oriente lejano como en occidente. Las vidas de las madres, nos acercan a muchos elementos de la cultura oriental; mientras que las vidas de las hijas nos muestran algunas características propias de la cultura occidental, que es donde ellas han crecido. Lo que queda claro, es que, independientemente de la cultura en la que nos encontremos, siempre habrá dificultades que tendremos que afrontar.


No sabría decir si la forma como se presentan en la película los elementos de la cultura oriental sean correctos, pero asumiendo que así lo fueran, nos permiten conocer detalles del papel de la mujer en esta parte del mundo, muchos de ellos relacionados con la vida matrimonial: Arreglos matrimoniales a temprana edad, matrimonios con hombres machistas e infieles, el concubinato, la guerra civil o el tener que abandonar a los hijos para salvarles la vida y salvar la propia vida. Por el contrario, sí podría decir que los problemas que se plantean con las hijas, ya en occidente, son reales: competencia entre mujeres, matrimonios egoístas que no terminan prosperando, el choque entre culturas que se produce a la hora de un matrimonio con un hombre occidental, por mencionar algunos.


El papel protagónico está en las mujeres –los hombres aparecen poco- y terminamos conociendo por completo su intimidad. La riqueza del filme, por lo tanto, está en entender un poco más de ese mundo bonito, pero a la vez complejo, de la psique humana; más aún, de la psique femenina.

domingo, 29 de julio de 2012

El show de Truman - The Truman show


 
1998 es el año en el que se estrenó esta gran película. Su director, Peter Weir, ya era conocido para ese momento gracias al buen trabajo que había realizado en 1989 con “La sociedad de los poetas muertos” y en 1990 con “Matrimonio por conveniencia”. Podrá resultar curioso que siendo una película tan reconocida, hasta ahora la haya visto, pero afortunadamente son tantas las películas que hoy en día tenemos que es fácil no haber visto aún alguna de las grandes producciones cinematográficas que tiene la historia del séptimo arte.  



El show de Truman es, más que una buena película, una excelente historia. Ahora, de nada valdría tener un magnifico guión si no se tienen unos grandes actores que la lleven a cabo; cosa que no sucede en esta producción: Jim Carey se luce y nos entretiene, una vez más, haciendo un papel –el de Truman Burbank- que encaja perfectamente con su personalidad: un tipo único, con un alto contenido de buen humor, que se enfrenta a las situaciones más inverosímiles y dramáticas. Por esto, The Truman show, además de una gran historia, es un juego divertido, del cual también somos parte nosotros: somos los espectadores de los espectadores de un programa de televisión. Los que están viendo “The Truman show” no son solo las meseras, los vigilantes, las ancianas, también somos cada uno de nosotros, y por eso queremos saber qué pasa con la vida de Truman; también nosotros somos introducidos en ese juego.



Películas como “El señor de las moscas”, “El juego”, “El experimento” o “La isla”, nos plantean un dilema ético: lo que comienza siendo, aparentemente, “un experimento”, “un juego de niños”, termina convirtiéndose en una peligrosa realidad, en una situación incontrolable por parte de aquel que la maneja. Es el dilema de la realidad vs la ficción, es el dilema de la libertad vs el control, es el dilema del hombre vs Dios. Truman ha crecido en un mundo ficticio para los demás pero real para él, y por eso es posible que viva indefinidamente en ese mundo de ficción, así como también es viable que llegue a conocer el mundo de lo real. Como persona que es, Truman es inteligente, actúa con voluntad propia: es libre. Pero esa libertad está condicionada por el control que sobre él ejerce su creador, Christof. El problema surgirá entonces cuando la creatura ponga en ejercicio su libertad y el creador intente seguir controlando y transmitiendo a los televidentes su vida, asumiendo el papel de Dios sobre Truman. Es por eso que, al final, el futuro del protagonista queda en manos de su creador.

sábado, 21 de julio de 2012

Intocable – Intouchables


Intocable es un tributo a la amistad. Una amistad que se da entre dos personas diametralmente opuestas: Philippe Pozzo di Borgo y Abdel Yasmin Sellou. El primero, un rico tetrapléjico que vive en una lujosa mansión parisina, y el segundo, un inmigrante de origen senegalés desempleado que hace seis meses salió de la cárcel. Todo comienza cuando Abdel es contratado por Philippe para que sea quien lo cuide. Estamos ante una historia de la vida real, contada por el mismo protagonista en un libro que lleva el mismo título.

La amistad es un proceso y requiere del tiempo y de la convivencia para llegar a consolidarse. Lo que comienza siendo un juego, termina convirtiéndose en un nuevo sentido para la vida de los personajes. Abdel asume inicialmente su tarea como algo cómico, gracioso: rompe inocentemente con las formas establecidas para el cuidado Philippe por parte de un séquito de personas que están a su servicio; y es así como llega a ganarse la confianza del aristócrata. En ocasiones, lo que necesitan las personas que se encuentran en una situación como la de Philippe es salir de la rutina en la que viven, pero se necesita de alguien con la gracia de Abdel que sea capaz de hacerlo, dado que ellas, por sí mismas, no lo harán. “Ahora me toca a mí decidir” le dice Abdel a Philippe, cuando aún le queda la tarea más importante por hacer.

Es así, entonces, como comienza un cambio radical en la vida de Philippe y de su hija. Se pasa de una cierta frustración, una cierta resignación, a un mundo de oportunidades, a un mundo en donde muchas cosas son viables, a pesar de las limitaciones. Se llega a la esperanza luego de tener una visión, en momentos, pesimista del mundo y de la vida. Lo que inicialmente era un imposible en la vida de Phillipe, poder establecer una relación sentimental con una mujer, termina siendo una posibilidad gracias a los buenos oficios de Abdel.    

Lo que sucede en Intocable tiene similitud con lo que sucede en “The Bucket List” (2007), de Rob Reiner, en donde Jack Nicholson y Morgan Freeman establecen una relación de amistad en un contexto y unas formas parecidas. Sin embargo, el gran éxito que ha tenido en Francia Intouchables, al convertirse en la segunda película francesa más exitosa de todos los tiempos (en número de espectadores) y en el tercer éxito más grande de todos los tiempos de la taquilla francesa, hacen de éste un film difícil de olvidar.

Para terminar, no quisiera dejar de mencionar el gran aporte que hace Ludovico Einaudi con la banda sonora de la película, con un estilo minimalista llega al alma del espectador.  

Una separación - Jodaeiye Nader az Simin



Asghar Farhadi nos vuelve a deleitar, luego de About Elly, con una gran película: La separación de Nader y Simin – el título iraní de la película. Ganadora del Oscar a mejor película extranjera, el Oso de oro del Berlinale de 2011 y el Globo de oro a mejor película en lengua no inglesa, “Una separación” es una película que promete bastante al espectador y que no defraudará a quien la vea.
A simple vista la película muestra el proceso de separación de Nader y Simin, una pareja de esposos que quiere salir de Irán en busca de un mejor futuro para su hija, pero cuyos planes se ven trastocados gracias a la enfermedad de Alzheimer que recién padece el padre de Nader. Ante esta eventualidad, Nader decide interrumpir el viaje y es cuando Simin decide separarse de él. Con lo dicho hasta el momento todo pareciera indicar que estamos ante un guión simple, de una historia aparentemente cotidiana; pero es allí donde aparece el talento del guionista y director. Si se pudiera hacer un símil de la película, se podría decir que es como una avalancha, una bola de nieve que a medida que va rodando –con los distintos puntos de giro que se van presentando en la película- va aumentando su tamaño, siendo al final imposible de controlar.
Los vericuetos de la historia comienzan con la llegada de una mujer, Razieh, que contrata Nader para el cuidado de su padre, y con ella una suma de eventos inesperados. Es allí cuando comienzan dos historias paralelas cada una con sus respectivos intríngulis: a la vida de Nader y Simin, se une la vida de Houjat y Razieh. Al proceso de separación de Nader se le suma su responsabilidad en el aborto involuntario de Razieh. Es una película que plantea esos dilemas morales en medio de un país con un alto referente religioso, una película que comienza con un viejo que se está muriendo, y que nos lleva al otro extremo inmediatamente, a la muerte de un niño que aun no ha nacido.
Con este dilema moral toma realce la figura de Termeh, la hija de Nader y Simin –en la vida real la hija de Farhadi-. Ante la posible responsabilidad de su padre en la muerte del niño que estaba esperando Razieh, Termeh quiere saber la verdad de lo acontecido. Y es acá cuando la bola de nieve, las mentiras sucesivas de su padre, comienza a crecer y se empiezan a complicar cada vez más las cosas, tanto con su madre –Simin-, como con Houjat y Razieh.
Termeh no es ajena a la conducta moral de sus padres, sabe que tanto su papá como su mamá no han actuado de un modo correcto y es por eso que al final la decisión será muy difícil: escoger con cuál de los dos quedarse.

lunes, 11 de junio de 2012

El Artista - The Artist






Presentar una película en blanco y negro y muda en pleno siglo XXI es una osadía. Si se tiene en cuenta que para el público de hoy deben predominar los efectos especiales, las secuencias de acción, actrices y actores con características casi sobrehumanas, “El Artista” es una clara excepción: es una pausa, un paréntesis en la historia del cine contemporáneo, ya que el espectador no va a encontrar nada de lo anterior en ella.

Exigir de los actores la actuación de un modo de hacer cine que pasó a mejor vida con la llegada del cine sonoro y que recuerda por su exigencia expresiva las épocas del Actors Studio; crear un mundo, una ambientación que nos ubica desde el comienzo en plena década de los años 20 y 30 en Hollywood, con una escenografía y un vestuario impecable, hacen de este film un tributo, un homenaje, al cine mudo y a la época.

Es la batalla entre el silencio y el sonido. Con unos pocos diálogos escritos y una música de fondo que desplaza en su totalidad a los diálogos sonoros presentes en cualquier película de las últimas décadas se logra establecer una comunicación directa con el espectador. Es una batalla, un in crescendo, desde el sonido de las cosas en el camerino de George Valentin hasta el “silencio por favor y… acción” con el que termina la película. Una batalla que gana el sonido que producen los zapatos de tap de George y Peppy en unos bailes finales y en una película que siempre traerá a la memoria, inevitablemente, a Gene Kelly y Debbie Reynolds en “Singin’ in the rain”, con marcadas diferencias.

El guión con el que se ha realizado “El Artista” lleva también a esos lugares oscuros del alma del artista, a esos momentos de desesperación y de crisis ante las demandas de una sociedad de consumo que piensa más en su satisfacción personal, en la rentabilidad, que en la vida de las personas, y que desafortunadamente se ha llevado a muchos de este mundo ante el olvido de sus gestas heroicas por amor al arte. Es la tozudez, es la perseverancia, es ese no renunciar a un ideal, a todo aquello que le da sentido a la vida, lo que quiere resaltar Hazanavicius con un guión de su propia autoría. En donde también queda claro que es gracias al amor y a la amistad incondicional de personas, como en este caso, de Peppy Miller, que se puede salir, aún en medio de la noche más oscura, de una de esas encrucijadas del alma.

No es de asombrarse entonces que esta haya sido la gran ganadora de los Premios Oscar en su versión número 84. Una película que seguramente pasará a la historia como uno de esos grandes aportes a la historia de la cinematografía y que difícilmente se olvidará.